Ayer 8 de marzo se llevó a cabo el Taller para personas que cuidan, con el objetivo de facilitar las tareas de cuidados a las personas que los realizan de una manera informal, al mismo tiempo que se aprenden herramientas sobre el autocuidado cuando se desarrollan estos trabajos.
Una vez más, el Castillo de la Coracera se nos ofreció para llevar a cabo este taller. Este estuvo dirigido a personas que realizan las tareas de cuidado de sus seres queridos.
La realidad de estas personas, en su mayoría mujeres está condicionada por los cuidados que realizan y los vínculos de afectividad que existen entre ellas y las personas a las que cuidan.
Como siempre, suele ocurrir, había dos perfiles, el de las personas que cuidan directamente a sus familiares y las que son apoyos externos de estas, con un vínculo casi familiar tanto con la personas cuidadora principal, como con la persona que necesita los cuidados.
Se trabajaron aspectos técnicos como la higiene postural, la casa adecuada a la persona mayor, psicología de la persona mayor o la ejecución adecuada de las movilizaciones.
Se mostró el manejo y la interpretación de elementos técnicos como un termómetro, un pulxosímetro, y un tensiómetro.
En situaciones en los que hay algún accidente doméstico, caídas o situación de urgencia, la aplicación del protocolo P.A.S (Proteger, Asistir, Socorrer), así como la identificación de ictus y otros accidentes cardiovasculares que requieren de una asistencia rápida.
En una segunda parte se abordó la gestión emocional de los trabajos de cuidado,
centrándonos en la ansiedad, el miedo y la culpa, y en la prevención, no sólo de problemas físicos y orgánicos en las personas que cuidan, sino en la prevención de enfermedades relacionadas con estados ansioso depresivos.
Este taller fue posible gracias al programa de ámbito nacional, "Cuidándonos para un futuro mejor" subvencionado a través del IRPF del año 2021 por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
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